Preservación de la Fertilidad, Cristina terminó la universidad y empezó su desarrollo profesional en una empresa donde tiene todas las ventajas para hacer una carrera exitosa.
Ahora su energía se concentra en despegar en lo suyo, por lo que su otro sueño –el de ser mamá- va a esperar. Pero ¿Cómo compatibilizar ambos planes?
Al igual que Cristina, miles de peruanas afrontan un dilema parecido y muchas veces se ven forzadas a decidirse entre ejercer su profesión o ser madres. Sin embargo, hoy tenemos maneras de postergar la maternidad hasta cierta edad, permitiendo que muchas mujeres puedan combinar exitosamente ambos roles vitales con la preservación de la fertilidad.
Para estos casos, la solución más recomendada suele ser la vitrificación de óvulos.
Es un método de congelación que conserva intactas las cualidades de los óvulos, hasta el momento en que se decida utilizarlo para lograr el embarazo. Esta ventaja tiene profundas implicancias para la maternidad tardía.
Expliquemos mejor este punto: La mujer nace con una determinada cantidad de óvulos lo cual restringe a un período de tiempo determinado el poder tener hijos.
A medida que la mujer envejece sus óvulos lo hacen al mismo ritmo. Y llegada una edad los óvulos comienzan a perder su calidad y reducir drásticamente su posibilidad de dar origen a un embarazo genéticamente normal.
Luego de los 37 años la posibilidad de lograr un embarazo de forma espontánea se ve reducida. Esto sucede porque los óvulos son más susceptibles de sufrir alteraciones cromosómicas que finalmente -al ser fecundados- podrían producir embriones genéticamente alterados.
En cambio, la mujer de más de 37 años podría perfectamente utilizar sus óvulos de cuando era más joven. Así evitaría todos los riesgos mencionados aumentando enormemente las posibilidades de un embarazo exitoso.
Aparte de postergar la maternidad por razones de autorrealización, en muchos casos las mujeres que recurren a la vitrificación de óvulos cuando deben afrontar tratamientos médicos que podrían afectar sus posibilidades futuras de ser madre.
Por ejemplo, las mujeres que padecen de cáncer y deben someterse a procesos de quimioterapia. O las que tienen algún tumor y deben extirparse los ovarios.
Igualmente, las que se sometieron o van someterse a operaciones en los ovarios pueden conservar sus óvulos por esta técnica de congelación. Y finalmente, es usual conservar vitrificados los óvulos no utilizados de las pacientes que se someten a la Fecundación In Vitro (FIV) para eventuales usos futuros.
La vitrificación consiste en someter a los óvulos a un medio crioprotector, ser congelados de forma adecuada y eficiente a temperaturas bajo 0ºC y luego almacenarlos en nitrógeno líquido a -196ºC.
Esta técnica permite conservar los óvulos por tiempo indeterminado, sin que sufran daños y con altas garantías de que mantendrán sus cualidades hasta el momento en que sean descongelados.